martes, 8 de septiembre de 2009

Poema de Mariano Estrada

NO QUIERO OLVIDARTE

¿Olvidarte? Se nota
que no has tenido dentro
el corazón de otro.
¿Despertar con el día
y no pensar en ti? No puedo.
¿Abstraerme del hambre
cuando el hambre es arteria
de la necesidad? Tampoco.
¿Abstraerme del mar,
teniendo el mar de frente?

¿Qué quieres, redimirme
de un sentimiento tan profundo
que me estremece y me estimula,
tan vivo que tu indiferencia
no ha logrado matar?

Es verdad que tus besos
se me han puesto muy altos, pero...
¿Cómo podría yo vivir
renunciando del todo a la esperanza?

Mariano Estrada
Del libro "Amores Colaterales"



5 comentarios:

fernando dijo...

TODO PASA POR TÍ


Resuenan con estrépito

los embates del mar

sobre el acantilado.



Y yo aprieto los ojos

para que el peso de las olas

sofoque los hirientes

mazazos que, sin tregua,

me remite la sangre al corazón.



Pero es un hecho inútil,

como he podido ver,

porque, en los íntimos

espacios de mi vida,

todo pasa por ti:

los temblores del alba,

la oscuridad, la bruma, el espesor

seco del miedo…



Mis pensamientos sobresalen

por encima del mar

y tu sonrisa blanca

no necesita voz para llenarme

de pena los oídos.



Contemplo el horizonte y

por todas partes veo

desolación. No hay playas

ni luz ni perspectiva, sino

sólo una ruina estrepitosa.



Herido en la esperanza,

miro a la propia intimidad,

pero en las grietas

profundas del sollozo

-que manan impotencia

y desesperación-,

percibo claramente que, sin ti,

los rumores del agua y sus embates

contra el acantilado

son estruendos de odiosa indiferencia.

Mariano Estrada
Del libro “Las orillas del mar”

Transi Robles dijo...

Precioso este poema de Mariano. Desde aquí siento tu emoción mientras lo escribes. Qué casualidad, anoche viendo foros de La Vila me encontré con algunas poesías de Estrada, nuevas (desconocidas para mí)de un libro que no sé si es reciente o lo ha sacado del baúl de los tesoros como a veces hace.
"Las orillas del mar", tiene un título que me gusta, que hace que me interese por leerlo. Él no lo sabe pero le sigo por muchos sitios, me lo encuentro a menudo y hay mucho mundo que ya le conoce... y le quiere.
Creo que te está empezando a gustar como escribe este poeta, ellos saben poner en el papel lo que ni siquiera nos atrevemos a reconocer a nosotros mismos, y los usamos para transmitir aquello que pensamos pero que tanto nos cuesta decir...
Y parece que lo dice otro.
Allí, donde baten las olas del mar, me encontrarás un instante, alegre y lejos de ser indiferente ya lo sabes; el mar suaviza el temporal del alma, en la orilla el embate de las olas cicatrizan las heridas mal curadas...
Siempre nos quedará la playa.
Un abrazo.

Mariano Estrada dijo...

Hola, Transi. Hola, Fernando:
El libro "Las orillas del mar" es de agosto del 2008.
Os dejo aquí un poema del mismo para mostraros mi agradecimiento.
Con un abrazo.

LA MÚSICA DEL MAR
El Moniboli, Villajoyosa

Verano de calor, levante,
alta noche de agosto.
Es la hora del cierre para
las últimas bombillas,
los pensamientos, el ordenador
las puertas de la casa.

Al cerrar la más íntima,
se me pone en los ojos el jardín
con el deseo irrefrenable
-tal vez inoportuno-,
de contemplar la noche.

Salgo, pues, al jardín,
donde me dejo penetrar
por el silencio hondo
de la naturaleza,
que apenas contradicen
-como lejanas melodías-
los monótonos cantos de los grillos.

Conteniendo el aliento,
intento oír las bramas musicales
de esa masa sinfónica,
ese espejo sonoro
que veo desde aquí
bajo una luna pálida y mojada.

Naturalmente,
tengo clara conciencia de que
es la hora del sueño.
Pero el sueño se ha ido de mis ojos,
de pronto estimulados
por un canto hechicero y atrayente
que me anula y me arrastra y me libera.

Y es en ese momento cuando
-con mucha precipitación
y escaso disimulo-,
me encamino hacia el mar
con el explícito deseo
de dejarme mecer por sus ronquidos

Y bien que lo he logrado, tengo
todo el mar para mí. Soy suyo.

Ligero de equipaje,
y sin otra liturgia que una
completa desnudez,
vacío el pensamiento y
me dejo acariciar
por un agua apacible
que, al arrastrarse por la orilla,
me pone en los oídos esta música,
rasgada y venenosa
que, ya al salir el sol,
he traído a la cama.

Riiiiis, raaaaas….., riiiis, raaaaas….

Oyéndola me acuesto y, por primera
vez en los últimos insomnios,
he sentido la vida como celebración
y no como derrota.

Del libro “Las orillas del mar”

Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios
Blog http://paisajes.blogcindario.com
Poemas recreados: http://groups.google.com/group/paisajes-literarios

fernando dijo...

Mariano, ha sido muy agradable que tú nos muestres tu agradecimiento a través de un poema tuyo, esto si que es mucho más que un regalo; te lo agradezco muy sinceramente; como dices en tu poema Caricias de montaña, un paseo por Benimantell;al final del mismo "¿Por qué no vengo aquí todos los días?" en general por el Valle de Guadalest, sé a través de tu blog que disfrutas de la zona. De nuevo gracias por este regalo.

Transi Robles dijo...

Qué olvido más terrible!!!
Hace casi 5 años y no he contestado al poeta objeto de mi admiración!
Perdona Mariano, aunque me temo mucho que nunca oirás las disculpas...
Siempre llego tarde...
Un beso desolador.
(de quien sabe que no llegará...)