viernes, 27 de abril de 2012

El lujo de no tener hambre


Era una preciosa barrita de pan reciente, sacado del horno tan sólo hacía dos horas… En su interior se divisaban los reflejos dorados del buen aceite de oliva… Entre las dos rebanadas, unas buenas lonchas de jamón…
El muchachito de 12 años decía que tenía puesto un aparato en los dientes y esto le dificultaba comerlo…y además tenía prisa, ese día se jugaba la final de… El manjar, en un visto y no visto, acabó en una papelera…
Rápidamente a mi mente llegaron las impresionantes palabras de Miguel Hernández en su Nana de la cebolla… “En la cuna del hambre mi niño estaba…”
"Estos días me los he pasado cavilando sobre tu situación, cada día más difícil. El olor de la cebolla que comes me llega hasta aquí y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar zumo de cebolla en vez de leche. Para que lo consueles, te mando esas coplillas que he hecho, ya que aqui no hay para mí otro quehacer que escribiros a vosotros o desesperarme..."

...Y afirmé para mis adentros: “Ojalá éstos no tengan nunca que saber lo que es el hambre”



Luego he oído las cifras del paro… También me han llamado de la Cruz Roja para contarme la desesperación de muchas familias... Después he oído que algunos tienen puente hasta el jueves…, y que se esperan “miles de desplazamientos”…
He encontrado esta canción de Sabina, “Más de cien mentiras” en la que se resume mi estado de ánimo…


"Tenemos un techo con libros y besos,
tenemos el morbo, los celos, la sangre,
tenemos la niebla metida en los huesos,
tenemos el lujo de no tener hambre.
...
Tenemos el mal de la melancolía,
la sed y la rabia, el ruido y las nueces,
tenemos el agua y, dos veces al día,
el santo milagro del pan y los peces."
Joaquín Sabina



(Menos mal que mañana me voy al monte, espero por el camino dejar mis pesadumbres…)

10 comentarios:

El tejón dijo...

Lo que está ocurriendo es desolador, tú estado de animo es un poco el de todos y los nubarrones siguen ahí, en el cielo sin dejarnos ver la luz.
Un abrazo.

Segundo Sánchez dijo...

Buena decisión, ir al monte al menos alivia la pesadumbre y no oirás a los políticos de turno justificando lo injustificable.
Un abrazo.

Trecce dijo...

Empieza a haber demasiada gente a nuestro alrededor que lo está pasando mal.

rutas y vericuetos dijo...

Tu estado de ánimo es borrascoso, como el mío, como el de 5.6 millones de personas y sus familias.
Mucha gente está desquiciada y no sabe donde dirigirse.

Tienes razón, irse al monte donde no tengas que escuchar a politicastros y su sarta de mentiras.

Respondiendo a tu comentario en mi blog, te digo que tu espacio es magnifico y este premio virtual que nos dan te lo tienes muy merecido.

sergio.

Transi Robles dijo...

Hola Tejón, gracias por enriquecer este rincón con tus palabras..., la verdad, de esta entrada no estoy nada orgullosa, me gustaría no haberla hecho... No has podido usar una palabra mejor..., desolación...
Un abrazo.

Transi Robles dijo...

Hola Valverde, perdona por tardar en contestar..., me gusta verte por aquí, pero es que esta entrada me da "grima" y dejaba las respuestas para otro día...
Prometo no volverlo a hacer!
Además sí, en estas dos semanas he conseguido evadirme y gozar en diferentes actividades en la naturaleza...
Ya os contaré.
Gracias y un abrazo.

Transi Robles dijo...

Hola Trecce!
Lo peor es que no serán los únicos..., y que los que les podríamos ayudar..., estaremos como ellos....
Yo estoy a punto de echarme al monte!
(Es lo que mejor me sienta!)
Un abrazo.

Transi Robles dijo...

Hola Sergio!
Me encanta verte por aquí!
Tu entrada de la Cova Tallada les ha gustado mucho a los compañeros e iremos pronto a preparar la salida. La realizaremos para finales de junio, será la última de la temporada.
De nuevo mil gracias por lo que dices de mi blog... Da mucho ánimo para seguir.
Un abrazote.

Unknown dijo...

no tener hambre...no tener hambre y siempre tiempo para amarte...

http://suenacomoseescribe.blogspot.com.es/2012/05/que-significa.html

Transi Robles dijo...

Gracias Luis..., te quiero..., poeta cercano... Es verdad, el amor nos alimenta tanto..., que olvidamos comer.
Un besote.